jueves, 26 de julio de 2007

¿Qué hacer como Padres si las primeras notas de mi hijo son deficientes?


Se acabó el primer semestre del año escolar 2007, y los resultados obtenidos por los hijos no siempre son los esperados por los padres. Debido a esta razón, es muy importante el apoyo de toda la familia, de los profesores y de los compañeros, para que poco a poco los niños vayan superando con éxito esta situación.


Qué difícil es ir a la reunión de apoderados y enterarse de noticias no muy gratas, encontrar en la mochila malos resultados de pruebas o trabajos, recibir un informe de notas o simplemente escuchar “estudié tanto para la prueba, pero igual me fue mal”. Hay familias donde este patrón se repite constantemente y los padres no saben como afrontarlo. Lo primero es tomar conciencia de que las exigencias que se les realicen a los niños no sean excesivamente altas, ya que la idea no es complicar aún más la situación, sino que demostrarles que existe la posibilidad de superar este hecho desfavorable y que muchos niños (al igual que él) han pasado por lo mismo y salieron adelante. Siempre es vital que el niño no se desanime y que continúe motivado, ya que es la única forma de que se active su espíritu de superación y de que a pesar de la adversidad logre incrementar su rendimiento académico.


Algunos padres tienden a remediar esta situación dando algún tipo de castigo a los niños, para disminuir la posibilidad de que se vuelva a repetir este hecho. La idea no es que el niño pase todo el día estudiando y solo tenga un descanso para alimentarse, sino crear en él conciencia de que las malas notas deben superarse a la brevedad para que no le traigan más consecuencias negativas. Por ello es útil parcializar los tiempos de estudio para que se incluyan todas las asignaturas, priorizando por supuesto, las que están complicando el rendimiento del alumno. Independiente de que los alumnos vayan en primero o segundo básico, los hábitos de estudio ya se pueden ir creando y a medida que avancen en los cursos será más fácil para ellos enfrentar el momento de estudiar para una prueba o realizar cualquier tipo de trabajo.


Otro punto importante es el tema de los refuerzos, principalmente el de los refuerzos positivos que permiten que aumente la probabilidad de que ocurra una determinada respuesta. Ejemplos de este tipo de refuerzo son: si un niño estudió para la prueba obtiene una buena nota, por lo tanto al darse cuenta de esto seguirá reiterando su conducta de estudio para las siguientes pruebas; si el niño supera las notas deficientes que tenía, podrá escoger la película que irán a ver junto a sus otros hermanos, como logró algo favorable volverá a repetir esta conducta.


Nadie dice que sea fácil que de un día para otro los estudiantes mejoren radicalmente sus notas, pero si se cambia un poco la actitud con la que ellos enfrentan las pruebas, los trabajos, las disertaciones y crean que “son capaces de lograrlo” se dejará de generar la típica profecía autocumplida de “para que voy a estudiar, si igual me irá mal”. Siempre como padres se debe demostrar que hay plena confianza en las aptitudes y en el potencial que tienen los hijos, además de darles ánimo y ayudarlos de una u otra forma.


A continuación se mencionan algunas recomendaciones que resultan útiles para afrontar de mejor manera el proceso escolar de sus hijos:


-Creer siempre en la capacidad del niño (a).

-Establecer metas reales de acuerdo a la capacidad que cada niño (a) tiene.

-Demostrar interés por las actividades escolares que sus hijos (as) realizan.

-Felicitar al niño (a) por los progresos que vaya adquiriendo en el colegio.

-Asesorar a sus hijos en la organización del tiempo para estudiar, no dejando de incluir igualmente actividades que sean de su agrado (deportes, recreación).

-Controlar la salud mental y física de su hijo, llevándolo a algún especialista si el caso lo amerita.

-Estimular a su hijo con palabras motivantes (“te felicito”, “has mejorado mucho”, sigue así de bien”, etc).

-Evitar criticar los errores que su hijo (a) pueda cometer, ayudándolo a que aprenda de ellos.

-Fomentar la interacción con sus pares (compañeros, amigos) como una forma de mejorar sus aprendizajes. Para algunos niños resulta más fácil y provechoso estudiar con otros.

-Destacar todos los aprendizajes que su hijo (a) adquiera, no solo en lo académico, sino que también en lo social, físico, emocional, etc.

-Propiciar un clima adecuado para que el alumno pueda estudiar tranquilo (buena iluminación, ventilación, acústica, entre otros).

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