lunes, 12 de abril de 2010

MANEJO DE PROBLEMAS CONDUCTUALES EN EL AULA


Trastornos de conducta más frecuentes

*Hiperactividad
*Impulsividad
*Agresividad
*Conducta oposicionista-desafiante
*Conductas disruptivas
*Conductas con connotación sexual

Para prevenir problemas conductuales en el aula
1. Establezca las normas de forma clara, anticipada y en conjunto con sus alumnos (manténgalas en un lugar visible de la sala y formúlelas de forma positiva: señalando lo que espera que hagan).
2. Organice la clase, de tal manera que no existan momentos en que los alumnos no tengan nada que hacer y se presenten conductas inapropiadas. Manténgalos ocupados (a quienes terminen primero, pídales que le ayuden a realizar algunas actividades, como revisar trabajos, arreglar el diario mural, fomentar la lectura, etc.)
3. Mantenga a sus alumnos en observación constante, aún en el recreo es importante que esté al tanto de lo que ocurre con sus alumnos.
4. Conviva con sus alumnos. Participe con ellos en las actividades extraescolares programadas.
5. Organice el espacio físico del aula. Tenga claramente identificados donde está el material didáctico, el espacio de lectura, de juegos, etc. y enseñe a los niños a que respeten estos espacios.
6. Evite el castigo, premie al niño cuando se comporte apropiadamente y hágale saber de alguna manera cuando se comporte inapropiadamente.
7. Incorpore a los alumnos a actividades de apoyo (borrar el pizarrón, servir de tutores, etc.)
8. Sea un buen ejemplo para sus alumnos.
9. Sea consistente y constante en las reglas utilizadas. En un inicio de una breve explicación al niño de porque es importante la conducta a realizar.
10. Enséñele una conducta cada vez, no pretenda enseñarle todo en un día y una vez que se seleccione la conducta que quiere enseñar, exija que se realice todas las veces que haya oportunidad para ello.
11. Cuando dé una orden al niño, hágalo con voz firme y segura y asegúrese que esta se cumpla.
12. No prometa cosas que no pueda cumplir porque el niño dejará de presentar las conductas esperadas.
13. Utilice letreros en los que recuerde al niño lo que tiene que hacer.
14. Comuníquese constantemente con los padres, si es posible dé reportes breves sobre el comportamiento del niño en clases y elogie los avances.
15. No caiga en discusiones directas con los estudiantes, tranquilícese y luego busque en conjunto con el alumno la solución.

Recomendaciones para el manejo del niño hiperactivo

-Conocer a fondo al alumno: el tiempo que es capaz de trabajar y procurar no darle tareas que requieren períodos de atención muy largos.
-Mantener una relación cordial con él.
-Sentarlo cerca para que se distraiga lo menos posible.
-Darle órdenes claras.
-Ejercer la autoridad con firmeza, pero no con gritos o malas maneras.
-Siempre será positivo llegar a acuerdos con él y establecer una especie de código de comunicación.
-Estar más pendiente de sus buenas conductas (para elogiarlo) y minimizar las malas, especialmente cuando no son graves.
-Nunca humillarlo con palabras o gestos ofensivos ni hacerle críticas negativas (ej: «eres insoportable», «eres un tonto», «pareces loquito»...).
-Desarrollar clases dinámicas, con participación activa de los alumnos.
-Darle responsabilidades que le agraden y le levanten su autoestima.
-Ayudarlo a mejorar sus habilidades académicas y darle opciones para superar los fracasos que haya obtenido en sus materias.
-Intervenir discretamente cuando se observe que tiene dificultades en sus relaciones con el grupo, para tratar de mejorar la situación.
-Mantener contacto con especialistas o profesores particulares, a fin de coordinar acciones.

Recomendaciones para el manejo del alumno agresivo

-No responder con conductas agresivas.
-Evitar sentimientos hostiles contra el alumno.
-Tratar de reestablecer la calma y apartarlo para que se relaje.
-No culpar en forma hostil a un alumno agresor. Hacerle ver que cometió una infracción y que respondió de manera errónea, enseñándole a analizar los hechos y a buscar otra alternativa de respuesta.
-Tratar de que el niño o adolescente encuentre en el educador a una persona que lo aconseja o lo sanciona sin humillarlo ante sus pares.
-Hacer un esfuerzo por conocer más a fondo la vida del alumno, sus problemas, frustraciones o si sufre de alguna condición médica que provoque su agresividad.
-Si toma alguna medicación, conocer sus efectos y mantener discreción al respecto.
-Coordinar con los padres los esfuerzos por ayudarlo a mejorar su conducta agresiva, y no dar a aquéllos la sensación de que se les está culpando o rechazando a su hijo

Recomendaciones para el manejo del niño oposicionista desafiante

-Tratar de formar un fuerte lazo o vínculo con el alumno.
-No provocar innecesariamente situaciones que pueden dar lugar a conductas negativistas de parte del alumno.
-Ignorar algunas de estas conductas cuando sus consecuencias no sean importantes.
-Evitar caer en situaciones de medición de fuerza o en las que alguien deba ganar.
-No entrar en contacto físico con el alumno que está en actitud negativa u oposicionista.
-Reforzar al alumno de manera verbal cuando sea participativo, tolerante y obediente.
-Reportar a los padres cuando el alumno haya tenido un comportamiento positivo más que cuando los ha tenido negativos.
-No forzar al niño a participar de la clase; invitarlo a que lo haga en forma indirecta a través de la incitación al grupo.

Recomendaciones para el manejo de la conducta impertinente o disruptiva

-Establecer desde el principio del año escolar y en conjunto con los alumnos, las reglas disciplinarias y la importancia de las mismas.
-Identificar temprano a los alumnos que pueden dar problemas de conducta para conocerlos mejor y comprometerlos con una actitud positiva.
-Evitar sentar cerca a dos alumnos que presenten estas características.
-Tratar de mantener ocupados a los alumnos con tendencia a estas conductas o hacerlos participar constantemente de la clase.
-Ignorar algunas de estas conductas cuando no llegan a perturbar la clase, e instruir al resto del grupo para que no les presten atención.
-Establecer con este tipo de alumnos una relación fuera de las horas de clase para que sienta que se le brinda atención.
-Reforzar en el niño las conductas positivas.
-No dar muestras de descontrol.
-Ponerse de acuerdo con los padres para establecer un plan de modificación de conducta basado en las consecuencias de las conductas: qué hacer en la casa cuando el niño mostró mala conducta en la escuela o cuando se portó bien.

Recomendaciones para el manejo de las conductas con connotación sexual

-No hacer juicios prematuros sobre la naturaleza o causa de las mismas.
-No crear situaciones dramáticas o alarmistas.
-Tomar en consideración la edad de los niños y el contexto en que se dio la situación. Si se trata de niños mayores o adolescentes, enseñarles que se trata de un asunto de respeto a la privacidad y el pudor de los demás.
-Tener cuidado de no expresar sospechas de que un niño con estas conductas fue o está siendo abusado sexualmente en su hogar, no siempre estos hechos tienen una situación de abuso detrás.
-Cuando hable con los padres de niños involucrados en estas conductas, no les haga sentir mal ni le diga cosas como «hay que tener cuidado con ese niño porque si hace cosas así ahora, quien sabe que hará o será después», o «es un pervertido», etc.

martes, 6 de abril de 2010

Recomendaciones para abordar las consecuencias post terremotos con los niños

Para empezar, es importante que considere la posibilidad de que su hijo(a) manifieste ciertos cambios en su conducta después de lo ocurrido, tales como:

1. Negarse a volver a la escuela (excesivo apego hacia sus padres).
2. Miedos persistentes relacionados con el hecho ocurrido.
3. Problemas al dormir (pesadillas, hablar o gritar dormido, etc.).
4. Falta de concentración e irritabilidad.
5. Asustarse fácilmente y estar nervioso (alerta a ruidos).
6. Problemas de conducta en la escuela o en la casa (algo atípico en él).
7. Quejas de malestares físicos (dolores de estómago o de cabeza, mareos) para los que no se puede encontrar una causa física.
8. Aislamiento de su familia o amigos, tristeza, apatía, insensibilidad, etc.
9. En los más pequeños: conductas regresivas (chuparse el dedo, orinarse, excesiva dependencia de los adultos, falta de autonomía para realizar ciertas actividades, etc.)
Todas estas conductas son normales luego de un episodio de esta naturaleza. Sólo en caso de que persistan luego de un periodo razonable (aproximadamente 2 meses), se debe consultar con un especialista (Pediatra, Psicólogo, Psiquiatra).

Para poder enfrentar episodios como el ocurrido y apoyar a su hijo(s) de forma adecuada, le entregamos algunas recomendaciones:Modelar y controlar la expresión de sus emociones: los niños deben percibir y ver que los adultos no están angustiados. “Es muy importante que · los adultos logren mantener la suficiente calma para transmitírsela a los niños y enseñarles medidas de resguardo”.
· Dialogar: se les debe explicar, de acuerdo a su edad, las causas y consecuencias del terremoto ocurrido.
· Cuidar las conversaciones entre adultos: sobre todo las expresiones exageradas de lo ocurrido, señalándoles que lo peor ya pasó, pero cuidando no caer en promesas poco realistas (como asegurarles que no volverá a ocurrir un evento de este tipo).
· Estar dispuesto a responder sus dudas las veces que sea necesario: es común que los niños, sobre todo los más pequeños, hagan muchas preguntas acerca de lo sucedido, una y otra vez.
· Dejar que se expresen: si se muestran angustiados hay que dejar que cuenten sus miedos, preguntarles qué sienten y tranquilizarlos, asegurándoles compañía y cuidado permanente. En el caso de los niños más pequeños, invitarlos a que hagan dibujos y que vayan relatando lo que quisieron representar.
· Supervisar lo que ven en televisión: que en lo posible no vean las noticias, en caso de los más pequeños o que las vean acompañados de sus padres y no más de una vez al día.
· Regresar a las rutinas adquiridas prontamente: por ejemplo, si el niño pide dormir con los padres, que esto no se extienda más allá de unos pocos días, a fin de evitar conductas regresivas y devolverle la estabilidad necesaria.
· Fomentar la solidaridad: incorporar a los niños a actividades en las cuales puedan ayudar a los damnificados (recolección de ropa, alimentos, etc.), de esta forma tomarán conciencia de lo importante que es preocuparse por el otro.

Hay que considerar que las reacciones de los adultos son de vital importancia en situaciones como las vividas y que uno de los principales factores que determinan la reacción de los niños es la manera en que ven e interpretan la reacción de los adultos (reaccionando a estas, más que al fenómeno en sí). De esta forma se espera que ante futuras réplica Ud. como adulto:

-Mantenga la calma (sobre todo en caso de acudir al establecimiento a retirar a su hijo). La idea es que pueda transmitirle seguridad y no mayor preocupación y/o angustia.
-Tener claro que en el colegio se han tomado todas las medidas necesarias para poder resguardar la integridad física y emocional de sus hijos. Por lo cual ellos están concientes del Plan Deyse y de la zona de seguridad que le corresponde a cada curso.
-En caso de que esté en su casa cuando ocurra un temblor, trate de buscar un lugar seguro y abrace a su hijo mientras este se desarrolle.

Hay algunas opciones naturales, que podrían ser de gran utilidad para que su organismo vuelva a la calma.
-Tomar té de manzanilla: para calmar los nervios y los dolores de estómago.
-Para conciliar el sueño: té de tilo, infusión de lechuga, beber un vaso de leche tibia.
-Iniciar algún tratamiento con Flores de Bach.
-No comer en exceso antes de dormir.
-Respetar los horarios de sueño.
-Realizar ejercicios de relajación antes de dormir.
-Practicar alguna actividad deportiva.