martes, 6 de abril de 2010

Recomendaciones para abordar las consecuencias post terremotos con los niños

Para empezar, es importante que considere la posibilidad de que su hijo(a) manifieste ciertos cambios en su conducta después de lo ocurrido, tales como:

1. Negarse a volver a la escuela (excesivo apego hacia sus padres).
2. Miedos persistentes relacionados con el hecho ocurrido.
3. Problemas al dormir (pesadillas, hablar o gritar dormido, etc.).
4. Falta de concentración e irritabilidad.
5. Asustarse fácilmente y estar nervioso (alerta a ruidos).
6. Problemas de conducta en la escuela o en la casa (algo atípico en él).
7. Quejas de malestares físicos (dolores de estómago o de cabeza, mareos) para los que no se puede encontrar una causa física.
8. Aislamiento de su familia o amigos, tristeza, apatía, insensibilidad, etc.
9. En los más pequeños: conductas regresivas (chuparse el dedo, orinarse, excesiva dependencia de los adultos, falta de autonomía para realizar ciertas actividades, etc.)
Todas estas conductas son normales luego de un episodio de esta naturaleza. Sólo en caso de que persistan luego de un periodo razonable (aproximadamente 2 meses), se debe consultar con un especialista (Pediatra, Psicólogo, Psiquiatra).

Para poder enfrentar episodios como el ocurrido y apoyar a su hijo(s) de forma adecuada, le entregamos algunas recomendaciones:Modelar y controlar la expresión de sus emociones: los niños deben percibir y ver que los adultos no están angustiados. “Es muy importante que · los adultos logren mantener la suficiente calma para transmitírsela a los niños y enseñarles medidas de resguardo”.
· Dialogar: se les debe explicar, de acuerdo a su edad, las causas y consecuencias del terremoto ocurrido.
· Cuidar las conversaciones entre adultos: sobre todo las expresiones exageradas de lo ocurrido, señalándoles que lo peor ya pasó, pero cuidando no caer en promesas poco realistas (como asegurarles que no volverá a ocurrir un evento de este tipo).
· Estar dispuesto a responder sus dudas las veces que sea necesario: es común que los niños, sobre todo los más pequeños, hagan muchas preguntas acerca de lo sucedido, una y otra vez.
· Dejar que se expresen: si se muestran angustiados hay que dejar que cuenten sus miedos, preguntarles qué sienten y tranquilizarlos, asegurándoles compañía y cuidado permanente. En el caso de los niños más pequeños, invitarlos a que hagan dibujos y que vayan relatando lo que quisieron representar.
· Supervisar lo que ven en televisión: que en lo posible no vean las noticias, en caso de los más pequeños o que las vean acompañados de sus padres y no más de una vez al día.
· Regresar a las rutinas adquiridas prontamente: por ejemplo, si el niño pide dormir con los padres, que esto no se extienda más allá de unos pocos días, a fin de evitar conductas regresivas y devolverle la estabilidad necesaria.
· Fomentar la solidaridad: incorporar a los niños a actividades en las cuales puedan ayudar a los damnificados (recolección de ropa, alimentos, etc.), de esta forma tomarán conciencia de lo importante que es preocuparse por el otro.

Hay que considerar que las reacciones de los adultos son de vital importancia en situaciones como las vividas y que uno de los principales factores que determinan la reacción de los niños es la manera en que ven e interpretan la reacción de los adultos (reaccionando a estas, más que al fenómeno en sí). De esta forma se espera que ante futuras réplica Ud. como adulto:

-Mantenga la calma (sobre todo en caso de acudir al establecimiento a retirar a su hijo). La idea es que pueda transmitirle seguridad y no mayor preocupación y/o angustia.
-Tener claro que en el colegio se han tomado todas las medidas necesarias para poder resguardar la integridad física y emocional de sus hijos. Por lo cual ellos están concientes del Plan Deyse y de la zona de seguridad que le corresponde a cada curso.
-En caso de que esté en su casa cuando ocurra un temblor, trate de buscar un lugar seguro y abrace a su hijo mientras este se desarrolle.

Hay algunas opciones naturales, que podrían ser de gran utilidad para que su organismo vuelva a la calma.
-Tomar té de manzanilla: para calmar los nervios y los dolores de estómago.
-Para conciliar el sueño: té de tilo, infusión de lechuga, beber un vaso de leche tibia.
-Iniciar algún tratamiento con Flores de Bach.
-No comer en exceso antes de dormir.
-Respetar los horarios de sueño.
-Realizar ejercicios de relajación antes de dormir.
-Practicar alguna actividad deportiva.

2 comentarios:

Daniel Riquelme-Uribe dijo...

Estimada Myriam:

Felicitaciones por su iniciativa. Ojalá que pueda seguir entregando información relevante sobre su profesión a través de este medio.

Muchas Bendiciones!

Myriam Arteaga Campos dijo...

Gracias Profe.